“Ver la respuesta en Withington me dejó al borde de las lágrimas. Las comunidades que siempre me rodearon con sus brazos continúan sosteniéndome”.

Luke Shaw había puesto adelante a Inglaterra en el marcador apenas a los dos minutos de juego, le ganaban 1-0 a Italia en la final de la Eurocopa, en Wembley, escenario soñado a 55 años de sequía de finales y en busca de otro título internacional después del conseguido en 1966, la Copa del Mundo.
Pero Leonardo Bonucci emparejaría los cartones al 67’ para una Italia que llegaba también invicta a la cita con el destino, en busca de su segundo título continental tras el conseguido en 1968, como locales.
La Eurocopa 2020 se tuvo que definir en tanda de penales, fue ahí donde el destino se encontraría con Marcus Rashford; entró de cambio en tiempo extra para ser elegible en la tanda definitoria, pero falló su disparo.
De acertarlo hubiera mantenido en ventaja a Inglaterra en la tanda que ya se encontraba a la mitad; Rashford se llevó la manó al rostro y así caminó hasta donde estaban sus compañeros.
En Wembley reinó un silencio ensordecedor, en lo que fue el preámbulo de la caída de Inglaterra ante su gente en la búsqueda de la Eurocopa 2020.
Rashford y dos de sus compañeros sufrieron ataques racistas en redes sociales, donde las expresiones agresivas se mezclaron con emojis de gorilas y monos.
Un muro dedicado al joven estrella del Manchester United fue vandalizado, con insultos y frases lamentables, al grado de que autoridades británicas demandaron los hechos que calificaron como espantosos.
La respuesta a los inadaptados corrió a cargo de gente de su comunidad que reparó y tapó los daños con mensajes de apoyo y muestras de cariño para el delantero inglés.
“Ver la respuesta en Withington me dejó al borde de las lágrimas. Las comunidades que siempre me rodearon con sus brazos continúan sosteniéndome”, escribió el jugador.
Además, niños de escuelas inglesas reunieron cartas de apoyo, dibujos, caricaturas y muestras de cariño creadas por ellos mismos para mandárselas por redes sociales.
Rashford ya había escrito un mensaje como respuesta a su penal errado y los insultos racistas de los que fue víctima: “Soy Marcus Rashford, 23 años, un hombre negro de Withington y Wythenshawe, South Manchester. Si no tengo nada más, tengo esto”.
Un gran ser humano

La figura de Marcus Rashford no se limita su desempeño en la cancha para el Manchester United, su club, o para la selección de Inglaterra, apenas a sus 23 años de edad.
En plena pandemia, el jugador inglés recaudó 23 millones de libras para alimentar a niños y 25 millones para ayuda de personas vulnerables a causa de la Covid-19, además lideró un movimiento para evitar que el gobierno retirara los vales de comida escolar gratuita a los niños más necesitados del Reino Unido.
Por su descomunal aporte social le hicieron un mural en Withington, la zona en la que creció, para rendirle tributo.