“Quienes estamos convencidos del valor de la vida no tenemos necesidad de una ley homicida como la que están aprobando”.

Ante la inesperada y dolorosa agresión en contra de la vida generada por el Congreso del estado, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo queremos compartir un mensaje orientador para invitarles a considerar seriamente las consecuencias de la iniciativa aprobada por los diputados, referente a la despenalización del aborto.
Como pastores de la grey católica que peregrina en Hidalgo, les invitamos a no dejarse envolver por principios meramente subjetivistas de conveniencia individual.
Tengan en cuenta que, al final, la decisión de aniquilar una vida mediante el aborto únicamente le corresponde a cada persona, quien deberá rendir cuentas delante de Dios de la vida que no haya sabido cuidar ni defender.
Les recordamos que el aborto es una acción mala aunque algunos pretendan hacerla pasar por buena; tengan mucho cuidado, ya que quien busca el mal, tarde que temprano lo encuentra en su vida.
No olviden que todo aquel que colabora directa o indirectamente en la eliminación de un nuevo ser, tendrá que rendir cuentas delante de Dios de la vida por no haber velado por este sagrado don.
Para aquella persona que hoy se encuentra ante la disyuntiva de abortar o no, queremos decirle que los diputados podrán tener la facultad de aprobar una ley, más no tienen el poder para liberar a la persona de la culpa por la vida que están aniquilando: ¡el aborto lo apruebas tú!, y al aprobarlo te estás perdiendo.
Quienes estamos convencidos del valor de la vida no tenemos necesidad de una ley homicida como la que están aprobando.