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Foto: CEM / Obispos de México junto al Papa Francisco en el Vaticano.

El Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se encuentra desde el pasado martes visitando los diferentes dicasterios vaticanos para abordar la realidad del país.

La migración, la ayuda que México ofrece a los migrantes y la violencia son algunos de los temas tratados.

Este viernes el Consejo de Presidencia de la CEM, encabezada por Mons. Rogelio Cabrera López, fueron recibidos por el Papa Francisco, previo a la visita Ad Limina que este año hará la Iglesia mexicana.

La cuenta oficial de la Conferencia del Episcopado Mexicano compartió las fotografías que se tomaron durante su encuentro con el Santo Padre en el Vaticano.

Foto: CEM / Será a mitad de año cuando acudan todos los obispos de México a ver al Papa.

Previo a su visita al Papa, Patricia Ynestroza, de Vatican News, entrevistó a Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, sobre la misión de este viaje de avanzada.

En el diálogo con la periodista, el obispo dijo que han ido a Roma a mostrar los sentidos de profunda comunión con el Papa y con todos los dicasterios que están al servicio del ministerio de Francisco.

“A cada uno, según la tarea que tiene, hemos abordado la realidad de México. Estuvimos con el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, con el Dicasterio del Clero y con el Dicasterio de los Obispos. Con cada uno hemos abordado la temática. Sobre todo, la temática social, por ser más compleja, la abordamos con el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, es un tema para nosotros fundamental, qué es la nueva cara que asume la realidad migrante”, expresó.

Dijo también que México tiene una vocación migrante, al ser vecino naturales del país más rico del mundo, con el atractivo laboral que tiene los Estados Unidos.

“Además somos el paso obligado para quienes quieren acercarse a los Estados Unidos. Antes eran solo de Centroamérica, ahora pasan personas de muchos países, nos dicen que más de 140 nacionalidades cruzan por el territorio mexicano, lo cual para nosotros se convierte en una tarea muy especial”, agregó.

Respecto a la apertura o no apertura hacia los migrantes, hacia las caravanas de migrantes, Rogelio Cabrera expuso que la migración depende del estado de ánimo de los Estados Unidos.

“Hemos tenido las medidas muy duras con el presidente Trump, ahora con el presidente Biden, a veces pareciera que hay un rayo de esperanza, pero luego ese rayo de esperanza desaparece. Hoy somos un país, considerado el tercero en seguridad, por lo tanto, quien quiere obtener el permiso de ir a los Estados Unidos tiene que pasar por México y esperar ahí su procedimiento, especialmente a los que piden el refugio”.

El arzobispo de Monterrey aseguró que México necesita empleo, el mundo necesita empleo, y que Estados Unidos todavía sigue teniendo las posibilidades de emplear a mucha gente.

Sobre la preparación para la visita Ad Limina, y la realidad en México, de la que hablarán ante el Papa, el presidente de la CEM indicó que el problema central es la violencia con distintos rostros de violencia.

“Nuestra iglesia en México está decidida a trabajar por la reconciliación, estamos iniciando un proceso con los padres Jesuitas, a la organización de religiosos de México, para hacer una propuesta de diálogo nacional”.

Enfatizó en que todos queremos la paz en México, pero también tenemos que descubrir la parte que le toca a los ciudadanos.

Sobre el proyecto global de pastoral reveló que fue una respuesta del episcopado al encargo que el Papa Francisco les hizo en el 2016, “que tuviéramos un proyecto que pudiera unificar las intenciones de todas las iglesias locales en vista de dos acontecimientos cercanos, primero los 500 años del acontecimiento Guadalupano; y el 2033, segundo milenio de la Redención”.

Foto: CEM / Fueron recibidos esta misma semana por Pietro Parolin, secretario de Estado en el Vaticano.

Rogelio Cabrera recordó que esta es la ruta temporal a la que están tratando de responder a la evangelización que México necesita en este momento, siguiendo el magisterio del Papa Francisco y su acompañamiento durante estos diez años.

Al final mandó un mensaje a México: “Quiero decirle a mis compatriotas, hombres y mujeres, que México siempre tendrá esperanza, que a pesar de los nubarrones que ahorita nos acechan, es posible desde Cristo y desde Santa María de Guadalupe vislumbrar un futuro mejor para México”.