
Jesús Ortiz Garrido es un joven que estudia en el Seminario de San José, en Tulancingo, de familia dedicada al oficio de la operación del tráiler.
Hay tres o cuatro generaciones que lo anteceden, pero en todas siempre ha estado Dios como guía en el camino.
« Para mí es una acción de gracias, vengo de una familia dedicada al transporte »
dijo Jesús Ortiz a Luz de Luz.

El Domingo de Pascua concurren en una gran celebración de Pascua todos los operadores de tráileres y sus familias desde hace aproximadamente 40 años; fue “iniciada por el padre Enrique Valencia”, refiere el padre Pedro Luis Ángeles Ballesteros.
El actual párroco estima que ese día llegan más de 4 mil personas a la Misa en la que se bendicen las mil unidades de carga y transporte, pero también a quienes las operan, a sus familias; los matrimonios renuevan sus votos.
Para el seminarista Jesús en la celebración de la Eucaristía se habla un solo lenguaje: el del trabajo y el de Dios; y las razones fundamentales se concretan en la acción de dar gracias y la unidad familiar.
« Las fiestas de Semana Santa representan la oportunidad para ellos de descansar, es muy bonito porque ves a las familias juntas coincidiendo en ese momento »
explica el padre Pedro

El signo del agua es fundamental en “las bendiciones”, como le llaman, porque les recuerda Dios es primero, de ahí que le llaman “El primerísimo”.
Y entonces van en procesión junto con las imágenes del Señor de los Desamparados, la de Jesús resucitado y la de la Virgen de Guadalupe; son adornadas y recorren las calles y caminos hasta el punto de encuentro donde estacionan sus unidades las 60 líneas de transporte.
La fiesta del Señor de los Desamparados, imagen de Cristo que llegó a la comunidad y al que se le tiene devoción, coincide con la celebración de Pascua y “las bendiciones”, lo que crea un ambiente de más fervorosidad.
Momentos como ese llevaron a Jesús Ortiz “a la búsqueda de algo más”, y es que desde los diez años trabajó en un taller mecánico y durante un tiempo lo hizo como operador; ahora es seminarista.
« Hago un llamado a todos los transportistas de nuestro pueblo y país, a que puedan primerear a Dios y recuerden que todos los esfuerzos son para Él »
dijo Jesús Ortiz

“Para mí es muy importante como pastor de mi comunidad el hecho de tener a la gente junta, un momento de unidad familiar, por ello invito a los esposos a renovar su matrimonio y que eso los motive a fortalecer su propia familia”, comparte el padre Pedro.
La gente participa con mucha devoción y con la ilusión de sentirse bendecidos por el Señor debido a que dedicarse al oficio de trailero es mucho más riesgoso por la inseguridad en las carreteras y de todo lo que puedan encontrar en su camino.
Ahora, este año será presentado el proyecto de la Cruz del Trailero: con rines “viejos” donados por los mismos transportistas que signifiquen kilómetros recorridos, buscarán levantar una cruz de 30 metros de altura.
« Se les pedirán a los traileros rines de llantas viejos que signifique los kilómetros recorridos para construir una cruz como obra de gratitud »
compartió el párroco
