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El cerebro se activa por la experiencia del ser humano.

Cuando el consumo de drogas se da en etapas tempranas de la vida las alteraciones en el cerebro son más significativas y los daños más severos, que se manifiestan en el cambio de personalidad, alteraciones del pensamiento y cuadros psicóticos.

“Estas transformaciones provocan cambios predominantes en las áreas prefrontal, ganglios basales y el tálamo, centros que regulan la conducta humana”, reveló el jefe del Departamento de Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN).

Pérdida del control de los impulsos y en los cambios de comportamiento y pensamiento hasta la aparición de cuadros de desmotivación y desinterés por todo, son parte de los síntomas y efectos.

“Estos cambios funcionales luego se convierten en estructurales haciéndose irreversibles”, añade el especialista.

El cerebro se activa por la experiencia del ser humano, de su relación con el medio ambiente, que es la base del aprendizaje, los cuales consolidan las redes neuronales de manera natural, de acuerdo a las vivencias de cada persona, y establecen mecanismos de recompensa que generan estados de bienestar y satisfacción.

En las personas que consumen drogas, si bien se da la sensación de bienestar, el sistema de recompensa que se activa es de modo artificial, lo que transforma el funcionamiento natural del cerebro, provocando daño que será mayor e irreparable si el cerebro está en formación, en la niñez y adolescencia.